"Yo era demasiado para él, y se notaba", me explicó.
Y apenas terminó de decir eso pensé: "¿Por qué dirías eso en voz alta?".
Entonces traté de justificarla pensando que no debería haber vergüenza en sentirse superior a otro. Al fin y al cabo, hay muchas categorías para competir entre nosotros, y efectivamente hay mejores talentos que otros, ¿no?
Sin embargo, conforme avanzaba la conversación, entendí que justamente fue el hecho de sentir vergüenza lo que la llevó a decir eso.
Y lo tuvo que decir en voz alta para hacerme creer que si ella fracasó, no fue su culpa.
"¿De verdad creés que en tu relación el único responsable de la ruptura fue tu ex?", le pregunté.
"Y sí, yo hice todo bien", replicó, inmediatamente.
Como vi que no se tomó bien mi cuestionamiento, cambiamos de tema y no volvimos a tocar ese tópico.
A pesar de eso, mientras seguía la conversación, no podía dejar de preguntarme qué camino había que tomar en la vida para pensar que todas tus decisiones fueron y son correctas. Que siempre estás parado en el lugar adecuado. Que errar no es algo posible para vos.
¿Qué te tienen que haber hecho de niño, para que de grande te creas infalible?
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