Mila & Bianca - Parte 12

"¿Quién te manda a revisar mensajes viejos, boluda?", se preguntó, mientras seguía sentada en el inodoro. "Bueno, basta, ya fue. Arriba", dijo en voz alta, como convenciéndose, y se levantó. "No hacemos nada llorando, ya está", agregó. Luego se lavó la cara y, mientras se secaba, resopló, y murmuró: "Pelotuda".

Jugó durante algunas horas, mientras continuaba su mate, hasta que se levantó a preparar uno nuevo, y llevó su celular consigo. Le escribió a Lucas, a quien había visto en el chino el día anterior, cuando fue a visitar a su madre.


-Hola Luqui, ¿cómo estás? Soy Mila, te dejo esta foto de Los Alpinos abandonado.
-Hola Mila, ¿qué onda? ¿Todo tranqui? Mal ahí la heladería, re triste -respondió Lucas, inmediatamente.
-Sí, ¡re triste! Todo bien, ¿vos?
-Todo tranqui, ¿qué hacías?
-Me preparaba un mate, ¿vos?
-Acá, en el chino, haciendo la mía, tranqui.
-¿Haciendo la tuya?
-Sí, porque yo soy como mi propio jefe viste, ya sé lo que tengo que hacer y por eso hago la mía.
-Si yo vi cómo el chino te vigilaba cuando hablabas conmigo...
-Nada que ver, es medio perseguido nomás, ¡pero mirá si me va a andar vigilanteando a mí!
-¿Ah sí? A mí me parece que te tiene re cagando el chino, no sé. Digo.
-Yo soy re responsable Mila, en serio, el chino es medio gil pero yo soy re cumplidor. Te digo la posta. Es desconfiado con todos.
-Pero si yo te creo, salame, ja ja, ¡te estoy haciendo un chiste!
-Ah, qué graciosa.
-¿Qué pasa? ¿Pensaste que te estaba poniendo a prueba?
-Y no sé, vos siempre fuiste re inteligente, por ahí te desepcionabas...
-"DeCepcionabas", se escribe.
-Sí ya sabía, pasa que el celular te pone cualquiera.
-Mirá vos, ¿el celular te hizo tener mala ortografía?
-Sí porque vienen mal hechos me parece, yo sé escribir bien, te lo juro Mila.
-Ja ja, ¿por qué me explicás todo? Me das ternura. No tenés que quedar bien conmigo, Lucas.
-Pero yo re quiero quedar bien con vos, hace una banda no te veo y nada yo te tengo el re aprecio.
-¿Y entonces? -consultó Mila.
-¿Entonces qué?
-Comentame un poco cuál es tu plan, así me ponés al tanto de qué querés.
-No sé, yo estuve esperando que me escribieras, casi le voy a pedir tu número a tu hermano.
-¿Y por qué no lo hiciste?
-Porque era re cualquiera, nomás lo veo cuando viene a comprar y apenas nos saludamos. Casi siempre viene tu vieja.
-Está bien, no importa eso, lo que quiero saber es qué querés vos.
-Y no sé, ¿vos qué querés?
-Dale Lucas, te conozco desde que sos un nene, tené confianza. Ahora hablame como un hombre y decime qué querés. Si te estoy preguntando es porque me interesa. No duermas. No durmamos.
-Yo quiero verte pero estás re lejos me parece.
-Yo me acerco, puedo ir los findes para allá. Y vamos a caminar por el barrio, ¿querés?
-Está re feo el barrio ahora.
-Siempre fue feo, Lucas, sólo que ahora nos damos cuenta porque crecimos.
-Nah, ahora está más feo, están todos re sacados.
-Está bien, puede ser.
-¿Y andás de novia o algo? -cambió de tema Lucas.
-No, ¿vos?
-Ni ahí, me la paso laburando, no tengo tiempo para mujeres.
-¿Sos tan responsable que no te queda tiempo para el amor?
-Además te metés con alguien y siempre te cagan, ya ni me interesa -esgrimió él, sin responder la pregunta.
-Uh, huelo algo de resentimiento, ¿puede ser? -indagó Mila.
-Ella es una resentida, me la quiso vender de buena piba y al final hizo cualquiera.
-¿Qué fue lo que hizo?
-Cosas que no se le hacen a un novio.
-¿Como qué?
-No sé.
-Estuvo con otro, ¿no?
-Sí, pero no porque yo no fuera bueno, es porque ella siempre fue medio trola. Yo pensé que por mí iba a calmarse, pero se ve es como un problemita que tiene en la cabeza.
-No seas tan duro, Luqui.
-¿Por qué? Si me re cagó...
-Sí, entiendo eso, ¿pero qué ganás pensando así?
-No me cabe que ande con otros, es re cualquiera eso.
-¿Estabas enamorado?
-Y sí, Mila.
-Lo siento mucho entonces, Luqui. Entiendo el dolor por el que estás pasando. Fue hace poco, ¿no?
-Sí, poquito.
-La próxima vez que nos veamos te abrazo fuerte, ¿querés?
-Re estaría eso, hace mucho no nos abrazamos.
-Mil años, más o menos, jaja -bromeó ella.
-Sí, jaja, ¿y cuándo nos vemos, el finde?


Mila miró su celular como si estuviera reflexionando y no contestó más, incluso aunque Lucas continuó escribiéndole cosas como "estabas re linda, te vi re grande", "¿qué contás?", y un repetido "¿cuándo nos vemos?". "¿Para qué me voy a meter en esto?", alcanzó a decir en voz alta ella, y enseguida agarró su billetera, su celular y auriculares, y salió del departamento con una bolsa. Caminaba a paso ligero sobre la vereda, mirando a absolutamente todas las personas que pasaban, algunos le devolvían la mirada y, ante eso, ella corría sus ojos en otra dirección.

Al llegar al supermercado, sólo compró dos paquetes de bizcochos: Unos agridulces, y otros de grasa, y pagó con cambio. Mientras emprendía el camino de vuelta, unos adolescentes que estaban en una esquina le gritaron algo. Mila iba con auriculares pero, ante la insistencia del grupo, se los sacó, y así pudo oír lo que le estaban diciendo.

Entonces, su cara se transformó, y apuró el paso hasta volver a su casa.

Con el rostro impregnado de tristeza, finalmente le respondió a Lucas. "Cuando esté por el barrio te aviso", y le agregó un emoticón de carita feliz. Luego, puso su celular a cargar, y volvió a su computadora para jugar, mientras comía de los dos paquetes de bizcochos.


Parte 13: http://unperfectoplandelfin.blogspot.com/2019/10/mila-bianca-parte-13.html



Escrito por: Tomás Bitocchi