jueves, 14 de noviembre de 2013

La mujer del AK-47

Tocan el timbre del estudio:

-Estudio, buenas tardes.
-Hola.
-Hola señorita, ¿en qué puedo ayudarle?
-Sí, ¿vos tendrás mi edad, no? No es de entrometida, es que me gusta tu voz.
-¿Qué edad tiene usted?
-Veintiuno 
-Efectivamente, tenemos la misma edad.
-¿Podrías bajar un ratito a abrirme?
-¿Tiene usted una cita programada? Si no la tiene no puedo bajar a abrirle.
-Sólo quiero preguntarte si creés que a los hombres les gustan las mujeres policías o soldados.
-No creo que eso sea influyente, entiendo que depende de la química que exista entre los dos. Aún así, no puedo abrirle la puerta.
-¿Sabías que tengo un AK-47 en casa? No sé si oíste hablar de ese rifle soviético, lo tengo por seguridad, no sé, me gusta tener la posibilidad de destruir al que me quiera hacer daño...
-Enseguida bajo.

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